domingo, 13 de abril de 2014

Visitando las obras de Sergio Larrain

Hace un par de días, fui con unos amigos a una exposición en el Museo Bellas Artes. Esta trataba sobre el trabajo Sergio Larrain, uno de los mas grandes fotógrafos(¿y por que no decir el mejor?) de Chile. Sus obras reflejan la miseria en persona, una "realidad cruda" de la pobreza en Chile, en donde el fotógrafo resaltaba aun mas esta realidad gracias al estilo de las fotos en "blanco y negro".
Fotos de distintos lugares de Chile y del resto del mundo. Todas con algo en común. Todas retrataban una realidad de crudeza extrema. Un claro ejemplo seria la parte de los "niños abandonados", en donde  se puede apreciar a cientos de niños deambulando por las calles de Santiago; niños de pobreza extrema, hambrientos, sin zapatos e incluso, con falta de oportunidades a futuro.
Sergio Larrain tuvo esa capacidad de poder ver donde nadie quería ver. Podríamos decir (quizás), que Larrain, de una u otra manera, "obligo" a la sociedad y al resto mundo a tomar conciencia de la violenta pobreza que se vivía en las calles de la capital santiaguina y en Chile entero.
A pesar de todo esto, me llamo la atención el hecho de que a la par, retrataba niños en las mismas situaciones que los comentados anteriormente, pero con un lente de felicidad. De una sencillez e inocencia que es difícil de ver ahora, el fotógrafo logro retratar caras de felicidad, como es el caso de una foto tomada en Chiloe en donde se ve a un par de niños riendo mientras pescaban.

Fue una gran visita al museo.

Sonrisa nocturna

                                                               (Sergio Larrain)


Recuerdo que en aquel paseo nocturno, el ambiente estaba bastante helado.
¿Y como no? Ya era de noche en el puerto.
Lo único que me acompañaba en aquel momento era mi sombra, la cual me perseguía ya hace bastante rato.

Durante el viaje, mi compañera me susurra al odio:
-Mira a tu derecha.
Y le hice caso...
Estabas ahí, mirándome con una sonrisa que aun recuerdo con ternura.
Fue amor a primera vista, tal cual como se dice por ahí.
Esa sonrisa inicial se convirtió en palabras, y esas palabras, en pasos. Caminamos toda la noche, riéndonos y conociéndonos hasta que el sol empezó a despertar. 

Cuando la noche empezaba a mezclarse con la luz día, me di cuenta que mi sombra se había ido, dejándome a solas contigo. El frió de la madrugada nos invadió, tanto así que un abrazo o un beso ya no eran suficiente para aguantar.
A si que escapamos hacia mi casa, en donde estaríamos seguros ante el frió de la madrugada. 
Ya en mi casa, de un momento a otro...el frió se había ido de nuestros cuerpos.

Desperté, y lo primero que vi al momento de abrir mis ojos, fue el verte con mi camisa acuadrille amarrada a ti, y con la misma sonrisa que me enamoro de ti.

...

Seguí paseando por los cerros y calles del Valparaiso como siempre. 
Pero algo había cambiado desde aquella vez.
No era mi sombra la que me acompañaba en cada noche.
Eras Tú.

  



Viajando en un libro



Y de pronto, todo se congelo para él.
Su cabeza empezó a viajar. Cada capitulo del libro fue un mundo nuevo; cada frase de la novela, una reflexión en su mente.
 Y cada palabra de ese texto: Un aliento para seguir viviendo.



domingo, 6 de abril de 2014

Música con olor a café



Llego la noche y decidí ir a tomar un café. 
Y de la nada, sonaron melodías de jazz.

Simplemente fue una noche perfecta.

"Escribo esta carta y tomo un café 
Y en su espuma gira lo que no alcancé 
A decirte muy bien"

Y se Fue



Luego de pensarlo mucho tiempo, se decidio...
Y se marcho.

Solo con su música y con la Fe de poder llegar mas allá de un simple "vivir".

Blues en Plaza Italia


Música en el aire. Música en la calle :)